domingo, 29 de junio de 2008

La Habana

Y es que no puedo desprenderme de todo lo que nutrió mis raices. Y es que llevo un trozo de su mar bordeando cada espacio que respiro. Y es que Dulce María, Carilda, Lezama y otros tantos me revuelcan de placeres y ansiedades. Y es que muero; por vivir entre sus calles...


PPPS

6 comentarios:

mercedes saenz dijo...

nvwmoTan pocas líneas y tan claras. Tanto amor por la tierra. No la concozco. Hermanas y hernamos que se han tenido que quedar largos tiempos porque hacían prucciones argentinas de cine (me refiero más a lo habitual que se queda un turista)no querían volverse. "La Habana", creen que es por su gente, tiene un amor y un atractivo cómo no lo han visto en otro lugar América Latina. El mar es el vestido de gala con que se viste ese cirazón cubano y tu, aunqye lejos, eres uno de ellos. n abrazo. Mercedes

mercedes saenz dijo...

Disculpa loe errores de tipeo, ecribo rápido porque salta mi Internet, Otrió abrazo Mercede

Migdalia B. Mansilla R. dijo...

¡Bellisimo! No tengo más palabras en la nostalgia que vive y pervive.

Besos,
Migdalia

Silvia Loustau dijo...

Cuanto me alegro, amigo en la poesía, que hayas abiero tu blog.Comprendo ti nostalgia de la tierra madre.Un abrazo de

Silvia Loustau

espero tu visita en
www.silvialoustau.blogspot.com

Alicia dijo...

La tierra siempre, desde lo más profundo, como el acento que no cesa. Alicia

S .M.T dijo...

La tierra madre queda prendida en nuestros poros, en nuestro aire.Imposible olvidarla!
un abrazo