La Catedral

La catedral

En cada espacio de tu anchura
se corana la imagen de mi virgen.
Se provoca el sueño de nostalgia
que me lleva al azul de nuestro cielo.

En tu puerta de madera abierta
se confunde mi silueta de otros tiempos.
Mi voz se escucha en tus pasillos,
y un halo de tu luz
penetra silencioso por mi cuerpo.

En tu plaza es esboza mi sonrisa,
entre imágenes de santos y lirios apagados.

Eres el recuerdo sembrado en la memoria;
de la hermosa catedral de mi desvelo.

Vengo

Vengo.

Yo vengo de un susurro de los mares,

de un repicar de calientes tambores

de un negro y un blanco;de mulatos y mestizos

de la historia del tabaco y del jugo de la caña.

Yo soy un hombre con suerte porque porto mi bandera.

Y mi bandera se alza en la cima de una loma.

LLeva rojo y lleva azul y una estrella la ilumina.

Yo soy producto criollo de las laderas de Oriente,

y la guitarra me cuelga junto a la voz del poema.

"Detrás de la Ventana"

Y tu te vas

Y tú te vas…

Y yo que me entrego a ti
sin reparos del tiempo transcurrido.
En sordidos pedazos de ligeras aventuras,
llevando a escondida la traición
de un tren descarrilado.

Y yo que me entrego a ti
sin dejar huellas de un misterio.
Envuelto en el palpitar del gozo sin reparos,
trepando cercas en la noche oscura
espantando el miedo de un pasado.

Y tu te vas.

Y yo me guardo en paredes de hielo;
esperando cabizbajo tu regreso.

Y tu te vas…

El árbol y yo

Yo soy ocre en el cemento oscuro

de frágiles raices que no llevan tierra

de hojas esparcidas por diferentes campos.

El último café

Tu voz gemía murmullos,
y mi canción se deslizaba en tus oídos.